jueves, 10 de mayo de 2007

Una jubilación forzosa

Cambiar de puesto de trabajo siempre entraña riesgos. Y más aún en el mundo de los medios de comunicación. Mª Teresa Campos se la jugó y perdió. Estaba acomodada y contaba con el beneplácito de la audiencia, pero fue pasarse de Tele 5 a Antena 3 y fracasó. Seguramente se marchó detrás de un jugoso y astronómico sueldo, pero ya lo dice el refranero popular: “La avaricia…”.

En la misma tesitura se vio Ana Rosa Quintana, pero ella tuvo más suerte en el cambio a la inversa y siguió con sus éxitos. Ella fue precisamente quien desbancó a la que por entonces era la “reina de las mañanas”.

Es lo que tienen estas cosas. Hasta entonces Mª Teresa Campos era intocable, pero, ante su ausencia de los medios de comunicación, más pronto que tarde muchos antiguos colaboradores y enemigos alzaron su voz y sus críticas contra la comunicadora malagueña y su hija Terelu (ahora también en el paro). Pocos o ninguno fueron quienes lo hicieron mientras estaba en la cima…

miércoles, 2 de mayo de 2007

Telerrealidad a lo bestia

El rey de los “realitys” ha desembarcado en España. Ha llegado Cambio radical. Ya podemos ser testigos de cómo se puede transformar un patito feo en un cisne o un cardo en una rosa. Dos intrépidos concursantes se someten cada programa a la ley del bisturí para, supuestamente, cambiar sus vidas (lo que ya no sabemos es que si lo harán para mejor o para peor).

Los participantes del programa han de estar dos meses aislados de sus familiares para realizarse todas las operaciones, los tratamientos de estética y el pertinente corte de pelo. Y todo el público es testigo de su evolución.

El programa, bajo la dirección de su presentadora, Teresa Viejo, busca en todo momento la lágrima fácil de los familiares del concursante, que esperan nerviosos en plató para ver en directo los resultados de la transformación. Lo peor es que si el participante tiene hijos, también está presente en el estudio y se convierte en el foco principal de las cámaras. A lo que se llega por la audiencia…

jueves, 26 de abril de 2007

¡Sorprendente?

Tres semanas después de que el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, inaugurara el formato Tengo una pregunta para usted, acudía el líder de la oposición, Mariano Rajoy, a pasar el examen de las preguntas de los ciudadanos (suponemos que esta vez se había pasado por el supermercado para ver a cuánto andaba el kilo de manzanas).

Aunque, a priori, las respuestas de la oposición podrían ser menos interesantes para el respetable y más fáciles de responder para el entrevistado, superó en más de medio millón de espectadores a la intervención de Zapatero y obtuvo 6.338.000 espectadores, según datos de Sofres facilitados por la cadena pública.

¡Sorprendente? Hay que tener en cuenta que el primer programa levantó gran expectación y todos los espectadores que no pudieron verlo, se engancharon al segundo. Además, hay que reconocer que la entrevista de Rajoy fue más ágil, tanto por las preguntas como por las respuestas, puesto que los ciudadanos entrevistadores y el propio entrevistado ya sabían a lo que se atenían. Todo un éxito del formato y de la cadena. Esperemos que haya más programas de este tipo próximamente.

martes, 17 de abril de 2007

Vuelve un clásico

Vaya temporada de estrenos televisivos llevamos. En esta ocasión, se trata de un reestreno: ha vuelto el mítico Lluvia de estrellas. ¿Quién no vio algún programa cuando lo presentaba Bertín Osborne? Era unos de los espacios más seguidos y se mantuvo muchos años en Antena 3 Televisión. Incluso hubo secuelas del programa (Menudas estrellas y Menudo show), en la que los concursantes eran niños. Ahora, es TVE la cadena que lo emite, conducido por Sonia Ferrer. Pero ya no es lo que era.

No se le ve ya mucho sentido a programas así existiendo formatos como Operación Triunfo, que son los verdaderos cazatalentos. Poco puedes mostrar de tu talento y tu personalidad cantando si estás imitando a otro intérprete. Aun así, da gusto volver a ver las transformaciones de algunos concursantes y disfrutar con las interpretaciones.

Quizá el público no entienda la vuelta de este programa por el rumbo que ha cogido la televisión: ahora sólo nos interesan la telerrealidad y los programas de cotilleo, pero los clásicos nunca mueren (al menos eso dicen). Lo veremos con el tiempo.

lunes, 9 de abril de 2007

Un gran descubrimiento

Desde hace pocos meses, cada mañana se asoma a la ventana televisiva una cara nueva que se empeña en enseñarnos a desenvolvernos entre fogones de una manera muy peculiar. Ariel Rodríguez Palacios, un cocinero argentino muy conocido en su país, presenta El toque Ariel, un revolucionario programa de cocina.

El encanto del espacio es la personal forma que tiene Ariel de conducirlo. Está en todo momento interactuando con el público, bailando, cantando y haciendo bromas con los telespectadores. La receta de su éxito reside en su carisma, en su atractivo acento y en su desparpajo. Además, le avala una gran formación profesional: ha estudiado en las mejores escuelas de gastronomía francesa y ha recibido numerosos reconocimientos.

El toque Ariel es un renovado espacio de cocina que sorprenderá, sin duda, a los telespectadores.

sábado, 31 de marzo de 2007

“80 céntimos aproximadamente”

Tras la inoportuna rotura de la cremallera de ‘Pe’ en la noche de los Oscar, ningún otro tema había acaparado tantos minutos de televisión en este 2007: el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, no sabe cuánto vale un café.

Un formato televisivo inédito irrumpió hace unos días en nuestras pantallas. Cien ciudadanos fueron los encargados de entrevistar en directo al presidente del Gobierno en Tengo una pregunta para usted, un nuevo programa de TVE que pretende acercar a los políticos con los ciudadanos y viceversa.

Zapatero llegó al programa con el discurso bien aprendido. Eran obvios y previsibles los grandes temas por los que los ciudadanos iban a preguntarle (prisión atenuada a De Juana, conversaciones con ETA, inmigración, paro, vivienda…). Pero ni el presidente ni sus asesores cayeron en la cuenta de que se iban a someter a preguntas de ciudadanos de a pie, por lo que no valían formalismos, ni estadísticas: los entrevistadores no iban a ser esta vez periodistas. Por tanto, no tenían previstas preguntas como la del café. “¿Cuánto vale un café, señor presidente?” (le espetó un ciudadano harto de ver como Zapatero esquivaba su pregunta aludiendo sólo a las cifras), “80 céntimos aproximadamente” (dijo el presidente).

Más allá de lo que ocurriera, el programa es una iniciativa a aplaudir, ya que sienta un precedente muy positivo en la televisión pública española. Además, la audiencia respondió bien. Una media de 5.834.000 espectadores siguió el espacio, que alcanzó una cuota media de pantalla del 30,3%, según datos de Sofres facilitados por la cadena pública. Tendremos que esperar hasta abril para ver al líder de la oposición, Mariano Rajoy, en la misma tesitura de Zapatero: ¿ofrecerá un registro más próximo que el presidente?, ¿sabrá Rajoy cuánto vale el autobús o el metro? Aquí estaremos para verlo, comentarlo y compararlo. Continuará…

martes, 27 de marzo de 2007

Más vale una retirada a tiempo

No puedo soportar la soberbia y, en algunos casos, la altivez de Mercedes Milá. No seré yo quien la desprestigie a estas alturas de su carrera porque ya lo hace bien ella solita.

Si tan inteligente y culta es esta mujer no sé cómo se prestó en su día a presentar Gran Hermano. A lo que llegamos por dinero… Lo hizo en las dos primeras ediciones y en la tercera lo rechazó, pero en la cuarta lo retomó. Y así ha llegado hasta la octava edición del “reality”.

Lo peor es que ella misma se ha creído que es un gran trabajo el que está haciendo en ese programa y ya el colmo es que nos lo intente hacer creer a los demás. En todas las entrevistas que ha concedido en los últimos años defiende a capa y espada al programa y “a sus chicos” (como califica a todos los concursantes que pasan por Gran Hermano).

Parece ser que la condición que puso para continuar en el programa fue poder presentar en la cadena otro espacio enfocado al periodismo de investigación. Y así es como comenzó en Diario de…, un formato que, en ocasiones, parece más un documental sobre sí misma y su carácter que otra cosa. Desde los planos utilizados hasta la música pasando por ella misma le quitan seriedad al programa. Más que periodista, muchas veces parece una juez y siempre pretende sentar cátedra con todas sus afirmaciones y a la hora de formular preguntas en las entrevistas que realiza.

Y ella siempre debe llevar la razón. Creo que, para lo que está haciendo, se debería retirar porque lo que está consiguiendo es perder la credibilidad día tras día. Lo que hace el ego…